Lucha contra las llamas

Más de 500 hectáreas calcinadas, un bombero fallecido y pueblos en vilo: el incendio de Ávila sigue sin control tras más de 24 horas de lucha

Los detalles Las condiciones orográficas, la vegetación seca y el viento variable dificultan la extinción del incendio que afecta a Mombeltrán, Cuevas del Valle y El Arenal. Los efectivos trabajan bajo nivel 2 de emergencia, con evacuaciones y confinamientos.

Más de 500 hectáreas calcinadas, un bombero fallecido y pueblos en vilo: el incendio de Ávila sigue sin control tras más de 24 horas de lucha
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El incendio forestal declarado en la noche del lunes 28 de julio en el paraje natural del Barranco de las Cinco Villas, al sur de la provincia de Ávila, continúa activo y ha arrasado ya más de 600 hectáreas, según las estimaciones del operativo de extinción. El fuego afecta principalmente a los municipios de Mombeltrán, Cuevas del Valle y El Arenal, en plena comarca del Valle del Tiétar, y mantiene en tensión a toda la zona por su violencia, expansión y potencial destructivo.

El incendio sigue fuera de control y está considerado uno de los más preocupantes del verano en Castilla y León. La Junta mantiene activado el nivel 2 de emergencia, lo que implica riesgo para poblaciones o bienes de especial valor. En el lugar trabajan más de 300 efectivos, incluyendo personal de la Unidad Militar de Emergencias (UME), bomberos forestales, brigadas terrestres, agentes medioambientales y técnicos de coordinación. Durante el martes participaron más de diez medios aéreos, aunque estos no pueden operar durante la noche.

Los trabajos del amplio dispositivo han comenzado a dar sus frutos, según ha señalado el director técnico de extinción, Ángel Iglesias. A última hora del martes se había logrado reducir parcialmente el perímetro del incendio, gracias al esfuerzo humano y técnico desplegado. "La situación era muy compleja esta mañana, pero los medios han trabajado excepcionalmente bien", valoró Iglesias.

En estos momentos, las labores se centran en estabilizar el perímetro, aprovechando una leve mejora meteorológica. El viento ha girado al norte y se mantiene relativamente calmado, lo que abre una "buena oportunidad de trabajo" para consolidar las líneas de control.

La cabeza del incendio aún permanece activa, aunque se dirige hacia zonas donde se espera poder contener su avance. El flanco derecho es el más problemático, mientras que otras áreas presentan menor potencial destructivo que el previsto inicialmente. "Somos relativamente optimistas dentro de lo que se puede ser en una circunstancia como esta", afirmó el técnico, que subrayó la peligrosidad del terreno: orografía escarpada, matorral muy alto y caminos estrechos dificultan el acceso, especialmente por la noche.

El fuego ya se ha cobrado una víctima mortal. Un bombero forestal de 58 años, manguerista con experiencia, falleció el martes por la mañana en un accidente de tráfico cuando se dirigía desde su domicilio al incendio en su coche particular. Por causas que aún se investigan, el vehículo se salió de la vía en una curva y cayó por un barranco. El cuerpo fue localizado en un arroyo tras varias horas de búsqueda.

La noche más difícil para los vecinos

Durante la jornada del martes, el fuego obligó a evacuar a más de 100 personas en Mombeltrán, uno de los municipios más expuestos. A última hora, la mayoría pudo regresar a sus viviendas, pero la incertidumbre continúa. Muchos vecinos salieron con lo justo: "Cogimos una toalla y algo para cubrirnos", contaba una familia.

Además de las evacuaciones, parte del municipio estuvo confinado durante horas debido al humo y la cercanía de las llamas. La situación ha mejorado levemente con el cambio de viento, pero el miedo sigue latente. "No he dormido. Se ha quemado una finca de mi hermano, otra de mi primo…", relataba una vecina.

La ceniza flotaba sobre Mombeltrán como una nevada gris, y el ambiente seguía siendo irrespirable en algunas zonas. Vecinos de Cuevas del Valle y El Arenal también permanecieron en alerta durante toda la noche. En el camping de la zona, varios turistas se vieron afectados por la cercanía del fuego: "Llamaradas altísimas y la tienda cubierta de ceniza".

Un operativo sin descanso

Con el repliegue nocturno de los medios aéreos, los equipos de tierra se centran en consolidar cortafuegos y reforzar las zonas críticas del perímetro, muchas de ellas delimitadas por pistas forestales y carreteras. La prioridad es dejar el incendio "bajo un perímetro que se pueda controlar" hasta que la luz del día permita reanudar los ataques aéreos.

El operativo trabaja bajo condiciones extremas. Iglesias recordó que la zona afectada ya sufrió en 2009 uno de los peores incendios en la historia reciente de Castilla y León, con 5.000 hectáreas calcinadas y dos fallecidos. Ahora, el terreno ardido estaba en proceso de regeneración.

"Tenemos mucho trabajo todavía, mucho frente de llama y zonas con muchísimo combustible", subrayó el director técnico. El perímetro está "muy sucio, con matorral alto, fuertes pendientes y pasos estrechos", lo que obliga a actuar con extrema precaución durante la noche. "Trabajamos con calma y pausa para evitar accidentes. De momento hay cierta tranquilidad, y eso nos hace pensar que no habrá que volver a confinar a nadie", explicó.

Incendios simultáneos en otras regiones

El incendio del Barranco de las Cinco Villas no es el único que preocupa. En Caminomorisco, en la comarca extremeña de Las Hurdes (Cáceres), otro fuego descontrolado ha llevado a activar también el nivel 2 de emergencias. Aunque por el momento no se han producido evacuaciones, la UME se ha desplazado a la zona por el rápido avance de las llamas.

Mientras, en Portugal, junto a la frontera con Cáceres y Ourense, se registran varios grandes incendios activos. Más de 2.000 bomberos portugueses combaten las llamas, con el país en máximo nivel de alerta por las altas temperaturas y los vientos secos.

Un verano de récords negativos

Los incendios forestales están golpeando con fuerza al sur de Europa. En lo que va de 2025, España ha registrado más de 1.200 incendios forestales, casi el doble que los contabilizados en todo 2024 (861). En el conjunto de Europa ya se han quemado más de 200.000 hectáreas, el peor dato en esta época del año desde que hay registros.

Los expertos apuntan al cambio climático como gran responsable. Temperaturas por encima de los 45 grados, humedad bajísima, viento impredecible y bosques muy secos configuran el cóctel perfecto para fuegos intensos y difíciles de controlar. Los incendios ya no son un riesgo estacional: cada vez son más grandes, más rápidos y más destructivos.