En 1999 las mujeres de El Palmar, en Valencia, consiguieron un logro muy importante. La tradición marcaba que solo los hombres hijos de marineros podían ser socios de la Comunidad de Pescadores y faenar en la zona, pero ellas pelearon para cambiar las normas.

"La batalla empezó con la propuesta de nuestra compañera Teresa Chardí para que las mujeres pudiéramos heredar y disfrutar de los derechos de pesca para acabar con la discriminación que estábamos sufriendo. Entonces, escribimos una carta al presidente de la Comunidad de Pescadores para que se cambiara, pero no nos hicieron ni caso, no nos querían ni escuchar", explica en Dónde estabas entonces Carmen Serrano, pescadora y una de las impulsoras de esta iniciativa.

Por su parte, Elena Marco, también pescadora, explica que nunca quiso "pescar pero quería el derecho de transmitirlo para que los hijos e hijas pudieran hacerlo" porque se veían "relegadas de todo".

Intentaron conseguir estos derechos por la vía del diálogo, sin entrar en pleitos, cómo les aconsejó el Instituto de la Mujer. Sin embargo, la Cofradía de Pescadores se negó a atender sus peticiones y tuvieron que continuar su lucha en los tribunales. Finalmente, la justicia les dio la razón.

"Lo que más me dolió fue el día que me dieron de alta porque fue horrible, se nos admitió de una manera muy triste. Me dijeron claramente que no me querían allí", concluye Elena Marco.

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