Los ojos de los perros están más expuestos a sufrir golpes o arañazos, no solo por su anatomía. Nosotros usamos las manos para agarrar cosas o apartar la vegetación cuando vamos caminando por el campo. Pero los perros, en cambio, usan la boca para coger elementos o apartan con su cabeza lo que se van encontrando a su paso.

Carlos Rodríguez conoce a María Pilar, cuyo perro Boy va a ser intervenido en AniCura Ocaña Oftalmología Veterinaria por presentar una herida en el ojo que no acaba de cicatrizar.

Los profesionales del centro nos explican cómo con una micro lija hecha con diamantes y una aguja estimularán primero la córnea para mejorar la cicatrización para posteriormente suturar los párpados durante cuatro semanas para completar la recuperación del ojo.