Jesulín lleva a Albert Espinosa a uno de los lugares más desconocidos y exclusivos de las plazas de toros: la capilla. "Aquí es donde dejas el miedo y la inseguridad. Al final esto no deja de ser una profesión en la que te juegas la vida", reflexiona el extorero en 'El camino a casa'. "Yo tengo mi capilla propia", comenta Jesús Janeiro, que se define a sí mismo como "creyente".

"Cuando tuve el accidente de tráfico, dejé de respirar y se me quitó todo. Lo vi todo blanco, estaba en la gloria, no tenía dolor, pero eso ocurrió cuando el coche me oprimió y me quedé sin aire. Fue levantarlo y volver a la guerra de la vida", narra con emoción. "Me cambió la vida".

La capilla, tal y como señala Albert Espinosa, es un sitio muy especial para el diestro. "Esto es solamente para los toreros", le explica al presentador, que está muy impresionado con haber tenido la oportunidad de estar en un sitio tan privado y haber conocido una revelación tan profunda.