No todo va a ser llorar en 'El camino a casa'. Tras haber derramado algunas lágrimas recordando los viejos tiempos con su profesor del colegio, don Tomás, Jesulín de Ubrique se pone un poco gamberro rememorando una travesura. Desde la calle, apunta al centro escolar para enseñarle a Albert Espinosa cuál era su clase.

"Mi clase era esa, esas cuatro ventanas y mi pupitre estaba en la ventana aquella. Yo me asomaba por allí y le decía a mi hermano: ¡cabezón!", recuerda entre risas. Ahora, ya en el patio, tanto 'Espi' como 'Jesuli' se comen su bocadillo, de jamón y de Nocilla respectivamente. "Joder, cuánto tiempo hacía que no me comía yo un bocata de Nocilla", exclama al darle un bocado.

Es en ese momento cuando Albert Espinosa le hace un regalo a su compañero: "un llavero que es puro Jesuli". "No te pareces mucho, pero yo te lo doy para que te lo pongas en la cartera", le dice mientras le da este curioso obsequio que el diestro recibe con ilusión.