Arranca el último programa de la temporada de Batalla de restaurantes y lo hace en Madrid. Cuatro restauradores se ven las caras en este enfrentamiento culinario en el que hay mucho en juego: 10.000 euros y el reconocimiento de hacer el mejor cocido madrileño de a capital. Borja es el primero en someterse a las duras evaluaciones de sus compañeros. Su restaurante, Albor, ubicado en Arganzuela, es visitado por Miguel, de Descaro, Alejandro, de La tasca suprema, y Ainhoa, de Pancipelao, además de por Alberto Chicote, por supuesto.

Lo que ellos no esperaban es que sus platos no fueran el blanco de todas las críticas en esta primera jornada del concurso. Su cocido resulta ser del agrado de todos y los garbanzos reciben aplausos. Pero Ainhoa, que lleva ya un tiempo sacando pequeños fallos y faltas, no está demasiado contenta con el nabo. "Está un poco agrio", asegura con cara de asco.

Alejandro no soporta más sus comentarios. "¡Cómo está! Es que tira con lanza", le dice a su compañero Miguel, quien le da la razón. Ella se defiende. "¿Pero cómo estoy de qué? ¿A esta gente que le pasa?", le pregunta a Chicote buscando su complicidad. El chef responde con una divertida mueca a su cuestión.

En su entrevista personal, la directora de Pancipelao asegura tener muy claro que la culpa de este pequeño enfrentamiento no es suya. "Volaban los cuchillos totalmente. Pero yo no he empezado. Aquí, las conversaciones van fluyendo y si atacan, hay que contraatacar", responde, tal y como podemos ver en el vídeo principal de esta noticia.