Ante el tremendo chaparrón que caía este sábado en Sevilla, una novia se vio obligada a esperar para entrar en la iglesia, pero cuando ya llevaba muchos tiempo sin poder entrar los camareros del bar situado enfrente del templo encontraron la solución.

Los trabajadores del bar utilizaron una sombrilla de grandes dimensiones de la terraza del bar para proteger a la novia y al padrino del agua y que así pudiera entrar a la iglesias para que empezara la ceremonia.