Dos veterinarios están siendo investigados en el norte de Chile por haber inoculado supuestamente al menos a un centenar de personas con vacunas para perros para combatir la COVID-19.

Los hechos habrían ocurrido en abril de 2020 en la ciudad de Calama, en la desértica Región de Antofagasta, cuando Chile las vacunas contra la COVID-19 aún no estaban autorizadas en ningún país.

La secretaria Regional Ministerial (Seremi) de Salud en la zona, Rossana Díaz, explicó que uno de los profesionales cuestionados habría difundido un estudio falso sobre la efectividad de la vacuna óctuple (recetada para prevenir distemper, parvovirus, parainflueza, entre otras patologías) en seres humanos y promovido dicho tratamiento.

Las autoridades judiciales investigan a los imputados por no cumplir con la norma sanitaria y ejercer de forma ilegal la profesión de médico cirujano, aunque la funcionaria reconoció que de momento solo se ha podido confirmar que uno de los veterinarios inoculó efectivamente con la vacuna canina.

"Los antecedentes de ambos profesionales han sido enviados a la fiscalía de Calama porque también puede haber sanciones penales para estas acciones", agregó la funcionaria. Por su parte, el Colegio Médico Veterinario de Chile señaló en un comunicado público que tomaría acciones penales debido a la gravedad de las denuncias: "Rechazamos cualquier actividad realizada por médicos veterinarios que atenten contra la salud de las personas", afirmaron.

Desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, más de 1,13 millones de personas en Chile han contraído COVID-19 y 25.317 han fallecido, a los que habría que añadir cerca de 8.000 casos sospechosos que no cuentan con la confirmación de una PCR.

Pese a ser uno de los países con mayor porcentaje de población vacunada del mundo, con 7,7 millones de personas que ya han recibido al menos una dosis, la red hospitalaria chilena pasa por momentos críticos y se acerca a su máxima capacidad.

Otro momento destacado

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