No son tiempos fáciles en la familia real británica. Tras la operación de Kate Middleton y el diagnóstico de cáncer de Carlos III, se avecinan tiempos convulsos y el príncipe Guillermo es quien tiene que ponerse al frente de la situación, atender a los compromisos oficiales y cuidar de su mujer y sus hijos, además de prestar atención a su padre.

El hijo de Carlos III y Diana de Gales reapareció ayer de manera pública y lo hizo con un aspecto muy diferente al que nos tiene acostumbrados. "Todo el mundo destaca que ha perdido muchísimo peso", apunta Alfonso Arús. "Eso sí, estuvo más hablador que nunca, se mostró relajado para todo lo que se le viene encima y sí es cierto que muchos medios han destacado la pérdida de peso", corrobora Tatiana Arús. "Es el que peor cara tiene de los tres", comenta el presentador, comparándolo con su padre y su mujer.

Más tarde, en un acto benéfico, la gala de Air Ambulance Charity, posó junto a Tom Cruise frente a las cámaras. "Yo a Tom Cruise lo veo más bajito que a Milei", comenta el jefe. "Me decís que es Tom Cruise y me lo creo porque me fío de vosotros", reconoce Marc Redondo. Fue en este evento cuando Guillermo respondió a la prensa acerca de la salud de su padre, aunque se limitó a dar las gracias por las muestras de atención recibidas.