Una pareja de ladrones consigue robar 45 botellas de vino de la bodega del hotel-restaurante Atrio de Cáceres que están valoradas en un importe superior a 1.600.000 euros. Los hechos tuvieron lugar en octubre de 2021 y desde entonces comenzó una investigación trepidante que terminó con dos detenidos que actualmente se encuentran cumpliendo pena de prisión: Constantin Gabriel Dumitru y Priscila Lara Guevara.

Tras cenar en el restaurante, de madrugada ella decide llamar al recepcionista y pedir algo de comer porque tiene hambre. A pesar de que le responden que la cocina está cerrada, ella insiste y finalmente hace que le lleven una ensalada.

Poco después, vuelve a hacer lo mismo, ella llama de nuevo y cuenta que sigue teniendo hambre. En esta segunda ocasión, le llevan unas pastas.

Durante ese periodo de tiempo, que la ladrona ha aprovechado para distraer al recepcionista, su pareja aprovecha para conseguir la llave maestra con la que abrir la bodega y acceder a las botellas para perpetrar el robo.

Según indica Francisco Marco, detective privado, "tardaron tres meses" en organizar el robo. Previamente se alojaron allí con el objetivo de "controlar cuánta gente quedaba por la noche y dónde dejaban la caja con las llaves", en concreto, "la llave maestra era el quid de la cuestión".

Las cámaras de seguridad recogen los instantes en los que actúan. "Lo que nos encontramos en las grabaciones es a dos personas, un hombre y una mujer que, sin duda, son los autores. Se les ve sueltos por las instalaciones y eso denota que conocen el sitio, que han estado antes", explica un inspector de Policía de la Unidad de delincuencia especializada y violenta, UDEV.

El primer gran error de los ladrones

Así reaccionó el marchante de Sitges cuando los ladrones le ofrecieron los cuadros robados de Francis Bacon: "No quiero líos, ¿vale?"

Los ladrones intentaron vender las obras robadas de Francis Bacon en Sitges, Barcelona, en 2016. Juan Manuel Marce, dueño de un anticuario, recibe una fotografía de uno de los cuadros. Pero el marchante de arte no reacciona como los delincuentes esperaban.