El entonces ministro de Fomento, Pepe Blanco, el que fuera presidente de AENA, Juan Ignacio Lema, el portavoz de los controladores en ese momento, César Cabo y el supervisor de la sala de control de Madrid cuando estalló la crisis, Rafael Soler, dan su versión sobre lo que ocurrió en el puente de diciembre de 2010, cuando se cerró el espacio aéreo y se declaró el primer Estado de Alarma de la democracia.
En aquellos días, millones de españoles se disponían a empezar sus vacaciones, pero el conflicto entre el Gobierno y los controladores aéreos dejó a cientos de aviones y miles de pasajeros en tierra. A ojos de millones de españoles fue una huelga salvaje, pero la realidad esconde una historia de conflictos laborales y un pulso entre controladores y Gobierno del que en su momento no trascendió toda la verdad.
¿Abandonaron sus puestos de trabajo los controladores?
Mamen Mendizábal reconstruye en 'Un caos aéreo' la grave crisis que provocó esta disputa. Una crisis que paralizó un sector tan sensible como el turístico en unas fechas marcadas en rojo en el calendario.
El 3 de diciembre de 2010, elministro de Fomento, Pepe Blanco, anuncia por decreto que el Gobierno cambia las condiciones laborales de los controladores para adecuarlas a los estándares europeos. En la práctica, significaba una drástica reducción de sus retribuciones económicas. Después del anuncio y tras una guerra de declaraciones de los dos bandos, llega el cierre del espacio aéreo y la militarización de las torres de control. Como telón de fondo, un conflicto que llevaba meses enquistado entre ambas partes, en plena crisis económica.
Tanto el ministro como Juan Ignacio Lema, presidente de AENA, defienden la versión del Gobierno: tras el anuncio del decreto, cientos de controladores abandonaron sus puestos de trabajo en una huelga salvaje en protesta por sus sueldos, unos sueldos que podían llegar a "unos 500.000 euros al año", según Blanco.
En la entrevista con Mamen Mendizábal, César Cabo, entonces portavoz de los controladores y Rafael Soler, supervisor de la sala de control de Madrid cuando estalló la crisis, niegan rotundamente que ningún controlador abandonara su puesto y afirman que todo obedecía a un plan del Gobierno para demonizarles a los ojos de los españoles, y así bajarles drásticamente el sueldo y poder privatizar AENA.
En 2010 el relato que se impuso fue el del Gobierno y la práctica totalidad de los medios de comunicación y la sociedad señalaron a los controladores como los causantes del conflicto. Pero, ¿qué sucedió en realidad?
Una sentencia que lo cambia todo
Los controladores fueron acusados de sedición, lo que suponía enfrentarse a penas de prisión. Pero la justicia aporta un interesante giro de guion. La respuesta la tiene José Antonio Vázquez Taín, uno de los jueces que investigó el conflicto para determinar si en la actitud de los controladores había delito o no. Su testimonio lo cambiará todo: "En justicia estamos acostumbrados a que nos maquillen la verdad".
¿Abandonaron los controladores sus puestos de trabajo? ¿Mintió el Gobierno y fue todo una maniobra planificada para rebajar los costes laborales de una empresa que quería privatizar? ¿Se privatizó AENA en las mejores condiciones posibles? ¿Era un conflicto laboral o un conflicto de poder?
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