El índice de precios de consumo (IPC) de China registró el pasado mes de enero una caída interanual del 0,8%, la mayor bajada de los precios desde septiembre de 2009 y que supone la cuarta caída consecutiva de la tasa de inflación en el país, según los datos publicados este jueves por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).

La contracción de los precios en China en el mes de enero obedeció principalmente al abaratamiento del 5,9% de los alimentos, tras la caída del 3,7% en diciembre.

De su lado, la tasa de inflación subyacente de China, que excluye alimentos y energía por su mayor volatilidad, se redujo al 0,4% en enero desde el 0,6% del mes anterior, su nivel más bajo en siete meses.

Por otro lado, la Oficina Nacional de Estadística ha informado de que los precios de producción industrial en China cayeron en enero un 2,5% anual, frente a la bajada del 2,7% en diciembre.

"Esto se debió en gran medida a la habitual volatilidad de los precios de los alimentos y el turismo en torno al Año Nuevo chino", ha indicado Julian Evans-Pritchard, economista jefe para China de Capital Economics.

"De cara al futuro, esperamos que la atenuación de la deflación de los precios de los alimentos eleve la inflación hasta territorio positivo en los próximos meses. Pero la inflación subyacente probablemente se mantendrá baja", ha señalado el experto, anticipando que el IPC promediará un 0,5% en 2024, frente al 0,2% en 2023.

Miguel Sebastián ha analizado esta situación en Al Rojo Vivo, destacando que esto es algo que provocará que China tenga problemas. Sin embargo, ha reconocido que a España es algo que le viene bien. "Viene fenomenal para nuestra industria, porque vamos a recibir vienes intermedios a un precio más barato", ha señalado.

Además, ha reconocido que cree que esta deflación para China es "manejable" si aborda este problema con "más gasto público" y "creación de dinero".