Según 'Mashable', un niño norirlandés de cinco años encontró dentro de la clásica capsula amarilla que contienen los huevos de Kinder Sorpresa, una bolsa con polvos blancos de aspecto cristalino. Se trataba de metanfetamina, una peligrosa y adictiva droga.

El dulce fue comprado en un supermercado por los padres del menor y cuando éste se percató de la extraña sorpresa fue rápidamente a contárselo a su progenitor, que llamó inmediatamente a la Policía. Tras el análisis de los agentes antidrogas, se determinó que se trataba de metanfetamina.