La adolescencia es una de las etapas de la vida más complejas y ese proceso de encontrarse a uno mismo resulta especialmente duro para las relaciones con los padres: surgen los primeros conatos de rebeldía, peleas, discusiones...

Un torbellino de emociones muy difícil de verbalizar. Por eso, la psicóloga Gretchen Schmelzer escribió en 2015 'La carta que tu adolescente no puede escribirte', una misiva ficticia en la que un joven expresa sus complicadas emociones a sus progenitores y les pide su apoyo en esta fase de transición hacia la vida adulta.

Schmelzer, una psicóloga licenciada en Harvard, escribió la carta hace casi cinco años, pero su contenido se ha vuelto viral ahora. Puedes leerlo completo aquí:

Querido padre/madre:

Esta es la carta que desearía poderte escribir.

Esta pelea en la que estamos ahora mismo. La necesito. Necesito esta pelea. No puedo decirte esto porque no tengo el lenguaje para ello y no tendría sentido de todas formas. Pero necesito esta pelea. Mucho. Necesito odiarte ahora mismo y necesito que sobrevivas a ello. Necesito que sobrevivas a que te odie y odiarme tú. Necesito esta pelea incluso a pesar de que yo también la odio. No importa de qué va esta pelea: la hora de volver a casa, los deberes, la colada, salir, quedarme, irme, no irme, novio, novia, no amigos, malos amigos. No importa. Necesito pelear contigo por ello y necesito que tú pelees conmigo de vuelta.

Necesito desesperadamente que sostengas el otro extremo de la cuerda. Que la sujetes con fuerza mientras golpeo en el otro extremo mientras encuentro asideros en este nuevo mundo en el que siento que estoy. Solía saber quién era yo, quién eras tú, quiénes éramos nosotros. Pero ahora mismo no lo sé. Ahora mismo estoy buscando mis límites y a veces solo puedo encontrarlos cuando tiro de ti. Cuando empujo todo lo que solía saber hasta su límite. Entonces siento que existo y por un minuto puedo respirar. Sé que echas de menos al dulce niño que fui. Lo sé porque yo también echo de menos a ese niño, y algo de esa nostalgia es lo que me resulta tan doloroso ahora mismo.

Necesito esta pelea y necesito saber que no importa cómo de malos o grandes sean mis sentimientos no nos destruirán a ti ni a mí. Necesito que me quieras incluso en mi peor momento, incluso cuando parezca que no te quiero. Necesito que te quieras a ti mismo y a mi por los dos ahora mismo. Sé que apesta ser rechazado y etiquetado como el malo. Yo me siento igual por dentro, pero necesito que lo toleres y que otros adultos te ayuden. Porque yo no puedo ahora mismo. Si quieres puedes reunir a todos tus amigos adultos y tener un 'festival-de-grupo-de-apoyo-para-sobrevivir-a-tu-adolescente', me parece bien. O hablar de mí a mis espaldas, no me importa. Solamente no te rindas conmigo. No te rindas en esta pelea. Lo necesito.

Esta es la pelea que me enseñará que mi sombra no es mayor que mi luz. Esta es la pelea que me enseñará que los malos sentimientos no significan el final de una relación. Esta es la pelea que me enseñará a escucharme a mí mismo, incluso cuando esto decepcione a otros.

Y esta pelea en particular terminará. Como cualquier tormenta, se despejará. Y yo olvidaré y tú olvidarás. Y entonces volverá. Y necesitará que sujetes la cuerda otra vez. Necesitaré esto una y otra vez durante años.

Sé que no hay nada inherentemente satisfactorio en este trabajo para ti. Sé que probablemente nunca te dé las gracias por ello o siquiera reconozca tu lado de esto. De hecho, probablemente te criticaré por todo este trabajo duro. Parecerá que nada de lo que hagas será suficiente. Y aun así, dependo enteramente de tu habilidad para permanecer en esta pelea. No importa cuánto discuta. No importa cuánto me enfurruñe. No importa cuán silencioso me vuelva.

Por favor no sueltes el otro extremo de la cuerda. Debes saber que estás haciendo el trabajo más importante que nadie podría estar haciendo por mí ahora mismo.

Con amor, Tu Adolescente