Para jugar con un Ksi-Merito hay que tener mucha paciencia. Primero, porque nace prematuro, así que cuando llega a tu casa, no puedes sacarlo de la caja, su incubadora, durante unos días. Cuando ya está bien, ojo: viene con un estricto calendario de vacunas y cuidados.

Esta es su gran novedad: hay que ir cada cierto tiempo a la tienda a que la enfermera Tania le vea.

Ella nos dice qué le pasa y aquí está la clave: recomienda a los niños la medicina o accesorios que le deben comprar para que se cure. Extracción de dientes, ortodoncia, cuidado oftalmológicos, medicinas varias contra el estrés, lloros, dolor de cabeza, nidos especiales que curan los casos más graves...

Son el gran éxito de este año. Muy difíciles de encontrar por Internet. Y los que lo tienen hacen cola para que la enfermera Tania les venda medicinas, la mayoría niñas, de ahí varias críticas de machismo. El colectivo de enfermeras tampoco está contento con la estética de Tania.

Los ksimeritos no tienen componentes electrónicos. Cuestan unos 45 euros cada uno.