El 'muro de la bondad' nació como un acto espontáneo en Irán y en pocos meses se ha extendido por varias ciudades de China, Afganistán y Pakistán, donde se ha arraigado de manera especial.

"Conocí el muro de la bondad de Irán a través de las redes sociales y decidí hacer lo mismo aquí, cuando veo los problemas de Pakistán, siento que debo hacer algo para ayudar, colaborar de alguna forma" explica Asad Chaudhry, un informático de 21 años que puso en marcha esta iniciativa solidaria.

El joven no lo tuvo fácil ya que las autoridades de su universidad se negaron a cederle un espacio para instalar su ‘muro de la bondad’ por miedo a problemas con la policía y sus profesores decidieron no involucrarse. Sin embargo, consiguió convencer al decano de su centro educativo y en febrero de este año comenzó con el solidario movimiento.

Las redes sociales, especialmente Facebook, pronto se hicieron eco de la noticia, lo que provocó que muchos donantes se acercaran a las ciudades para dejar ropa, comida y artículos electrónicos. Chaudhry afirma que cada día acuden a estos espacios entre 20 y 30 personas para llevarse lo que necesitan.

'El muro de la bondad' nació en diciembre de 2015 en la ciudad iraní de Mashhad con la idea de ayudar a los más necesitados de la localidad y gracias a las redes sociales, dicho proyecto se ha ido extendiendo a otras ciudades, incluso a otros países como China, Afganistán o Irán.