La Policía Nacional ha detenido a cuatro hombres de nacionalidad portuguesa como presuntos autores de un delito de abusos sexuales cometido contra dos jóvenes de 22 y 23 años en una pensión de Gijón, según han informado fuentes de la investigación.

Las mismas fuentes han señalado que ambas mujeres, una asturiana y una vasca, acudieron a las 6:30 horas de esta madrugada a comisaría para presentar la denuncia en la que explicaron que habían conocido a un chico en un pub y que se desplazaron con él hasta la pensión en la que se alojaba.

Sin embargo, según el relato de las denunciantes, por el camino se les unió otro individuo y, al llegar a la habitación, se encontraron con otros dos hombres que les obligaron a mantener relaciones sexuales con todos ellos en contra de su voluntad.

Tras la denuncia, se ha activado el protocolo de atención a víctimas de delitos sexuales y las jóvenes han sido trasladadas al hospital gijonés de Cabueñes para ser sometidas a un examen médico, mientras que los presuntos agresores han sido trasladados a comisaría. Está previsto que los detenidos, turistas portugueses, presten declaración este domingo y que pasen el lunes a disposición judicial, según han indicado fuentes de la investigación..

La Policía está llevando a cabo la investigación que inició con el testimonio de las víctimas y la declaración de los detenidos. Además, va a recabar la información que puedan aportar otras personas que estuvieran en el local de ocio y en el establecimiento hotelero para tratar de esclarecer lo que pudiera ser un caso de violación múltiple.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha denunciado en su perfil de Twitter el ataque a las jóvenes, a las que ha mandado todo su "afecto". "Nos hemos propuesto que la libertad sexual de las mujeres sea un derecho realmente protegido y no vamos a parar hasta que esto sea así. Todo mi afecto a las dos chicas que han sufrido esta agresión y mi repulsa hacia quienes legitiman el machismo", ha expresado la ministra.

Dos detenidos

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Todo empezó a la hora de la siesta, cuando llamaron a la puerta y aparecieron dos encapuchados: "Uno subió la escalera hacia arriba y el otro me empujó al salón y vio a mi marido hablando por teléfono".