Arranca con anticipo la vendimia en Galicia. "Hay mucha frescura, mucha acidez y mucha energía y por eso empezamos temprano", sostiene Martin Damn, responsable de Bodegas Damn.

Los viticultores no han podido esperar más porque la uva ya está lista y hay que evitar sobremaduración. Por ello han pedido al Consello regulador una autorización especial para arrancar un par de días antes.

Después del desastre de 2020, 2021 se presenta optimista. El año de la pandemia quedaron por recoger más de siete millones de kilos de uva. Este año, si los cálculos no fallan, el botín en Rías Baixas será de unos 44 millones.

"Es muy duro trabajar aquí, hoy tenemos suerte y está un poco nublado, que es más cómodo", añade Damn.

Eso sí, protocolo antiCOVID ante todo. Grupos burbuja y, aunque resulte un poco incómoda, mascarilla obligatoria durante la recogida.

Aunque está por ver lo que ocurrirá con esta cosecha, todo apunta a que la cantidad irá unida a la calidad. El calor moderado de los últimos días ayuda a que la uva no acumule un exceso de azúcares.

"Este año había mucha humedad, entonces estamos más nerviosos", indica también Damn. Ahora, solo nos queda esperar y brindar.