Un total de 151,6 niños en todo el mundo se ven obligados o forzados a trabajar, pese a no haber cumplido aún la edad mínima legal para ocupar un puesto de trabajo, según las estimaciones del último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El documento muestra que, en términos globales, se han reducido, tanto la cifra, como el porcentaje de niños trabajadores, pero existen áreas, como los países de África Subsahariana, en los que se ha incrementado fuertemente el trabajo infantil durante los últimos cuatro años.

De hecho, pese a que el estudio, que se elabora cada cuatro años, muestra que hay 16 millones menos de niños trabajadores que en la última edición, publicada en 2013, y 100 millones menos que en el 2.000, la evolución muestra que la reducción es cada vez menor y sus responsables creen difícil cumplir el objetivo de erradicar el trabajo infantil en 2025.

"Todavía hay alguna esperanza porque se sigue reduciendo, pero el ritmo actual no alcanzaría a cumplir el objetivo de erradicar el trabajo infantil en 2025. Sería una derrota moral", ha reconocido el director de la oficina de la OIT para España, Joaquín Nieto. El informe, titulado 'Global Estimates of Child Labour', amplía la recolección de datos respecto a ediciones anteriores con encuestas sobre 30 países europeos y otros territorios como China, de los que no se tenía información detallada en anteriores versiones del estudio.

Además, permite realizar un "perfil" de los niños trabajadores: el grupo más grande lo forman los niños y niñas de 5 a 11 años, que "son precisamente el grupo más vulnerable", seguidos de los niños de 12 a 14 años (28%) y de los de 15 a 17 años (25%). La gran mayoría de ellos trabaja en la agricultura, seguido del sector de servicios y el sector industrial.

En este sentido, el sexo influye en el trabajo mayoritario entre niños y niñas: hay 23 millones de niños más que de niñas en ocupaciones laborales y 17 millones de niños más en trabajos peligrosos. Señalan, también, que es más frecuente que las niñas "tengan obligaciones dobles", tanto en el hogar como en una ocupación laboral.

Los responsables del estudio y de la OIT han hecho un llamamiento a todos los países a redoblar esfuerzos y reconducir la "significativa desaceleración" que muestra el nuevo informe a partir de los datos de 2016. "Incluso, manteniendo el rimo alcanzado entre 2008 y 2012, el más rápido registrado, no sería suficiente", advierten desde la organización internacional.

Así, reclaman la puesta en marcha de políticas públicas y medidas que permitan aumentar los ingresos de los miembros adultos de las familias para evitar que los menores tengan que colaborar con el mantenimiento económico de las familias, reforzar los sistemas de protección social y asegurar "educación gratuita, universal y obligatoria hasta la edad mínima de admisión al empleo" para garantizar que los niños entran en la vida adulta con, al menos, unos conocimientos y una preparación "mínimos" para poder salir adelante.