"Los sospechosos fueron identificados. Se trata de tres menores nacidos entre 2006 y 2004", dijo a la agencia RIA Novosti el portavoz del Ministerio del Interior ruso en Sverdlovsk, Valeri Gorelik.

Agregó que los adolescentes divagaban por el cementerio "en busca de bombones" que suelen dejar en las tumbas los familiares de los fallecidos. "Al no encontrar ningún dulce se pusieron furiosos y empezaron a romper lápidas", indicó el funcionario.

Los tres chicos viven en "familias monoparentales" y uno de ellos es alumno de un internado para menores conflictivos. La Policía abrió una causa contra los tres menores por "profanación de cadáveres y sepulturas". También recibirán una sanción administrativa sus padres, acusados de "incumplir las tareas de educación de sus hijos".