Los trenes que llevan a Extremadura llevan mucho tiempo sufriendo retrasos, problemas y averías. El último ocurrió este jueves. El tren Madrid-Cáceres llegó ardiendo de la estación de Leganés. Media hora después del inicio del viaje, que partió de Atocha, empezó el olor a quemado. Al rato, las llamas cubrieron parte del tren. Dentro iban 166 pasajeros. Apenas llevaban 30 minutos de trayecto.

Uno de los afectados, José Ramón Redondo, cuenta a laSexta que, de repente, empezó a oler a humo. El joven iba dentro del vagón averiado. Al llegar a Leganés, los pasajeros alarmados empezaron a bajarse del tren. La gente corría asustada al ver el humo negro, recuerda. Los operarios de la estación trataron de apagar el fuego con extintores

Según fuentes de Renfe, la avería tuvo relación con la rotura de un manguito del combustible. La incidencia ocurrió en el Media distancia Madrid-Cáceres con salida desde Madrid a las 18:14 horas. Se detuvo poco después de las 18:30 en Leganés por "un conato de incendio". Tras la incidencia, se cortó la tensión de la estación y se activó un tren de reserva, de la serie 730 de Alvia.

Los pasajeros tuvieron que esperar más de dos horas a que llegase el tren que les iba a llevar a sus destinos. El incidente provocó retrasos en trenes de media distancia y cercanías. Pero el de este jueves no es un caso aislado. Los pasajeros se quejan de situaciones como esta son recurrentes a diario: parones en medio de la nada sin luz ni calefacción y con grandes retrasos.

El portavoz de la plataforma 'Milana Bonita', Juan Carlos López, explica que el problema está en que los trenes que van a la región son esos que han dado su vida en otras regiones. Aseguran que están hartos y piden soluciones.