Marilina Tolón tenía 24 años cuando fue violada por cuatro hombres en Puán, Argentina. La mujer ha muerto 17 años después sin que ninguno de los agresores fuera condenado y después de haber estado sufriendo todo este tiempo por las secuelas psicológicas y físicas que le dejó la agresión, según explica su propia familia.

"Mi hija sufrió, era una chica alegre, siempre sonriendo, todos la querían. Después no tenía ganas de nada. Primero se sentía mal, como culpable o avergonzada. Ella tenía que hablarlo para que pudieran ayudarla, pero no quería. Era algo que se le quedó adentro. Lo llevaba muy adentro", recuerda su madre a Clarin.

Los sucesos ocurrieron en 2001, cuando la víctima se quedó en una discoteca más tiempo que sus amigas. Allí, uno de los agresores, que la conocía, la engañó para que se fuera con ella a casa de otro de los acusados, donde la agredieron sexualmente entre cuatro hombres.

Según su relato, uno de los agresores le obligó a entrar en una casa e "inmediatamente conducida a la habitación, forcejeando". La cogió del cuello y la tiró sobre la cama: "si gritas te mato", la amenazó.

Marilina denunció los hechos una semana después del suceso, pero los violadores nunca fueron imputados formalmente. "El comentario era que habían tapado todo con dinero. Yo eso no lo sé, pero se hizo la denuncia y después no pasó nada, no hicieron nada", afirma la madre.

El caso se archivó un año después sin haber ningún condenado pese a las pruebas que la víctima llegó a conseguir y cuando sólo uno de los acusados, que era menor de edad, había pasado por la fiscalía para declarar.