La Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia ha recogido las historias de trabajadores de residencias en un documental para darles las gracias por hacer mucho más de lo que les exigía su trabajo durante los peores meses de pandemia. En él, profesionales han denunciado que se sintieron "abandonados" y "estigmatizados", mientras no paraba de crecer el número de fallecidos en residencias.

Y a pesar de que ya han pasado varios meses desde las cifras récord de fallecidos en residencias, muchos trabajadores no han podido olvidar la pesadilla. "Había gente que llevaba con nosotras 12 años o más y eran personas a las que queríamos", cuenta Conchi López, trabajadora de una residencia de Madrid.

Me olvidé de mi familia para ayudar a los mayores que me necesitaban"

Ángela Díez

Insisten en que, pese al cansancio, lo dieron todo: "Estuve dos meses viviendo allí. Yo me olvidé de mi hijo, de mi marido, de mi madre y de mis hermanos; me dediqué única y exclusivamente a estar con los mayores del centro que eran los que realmente me necesitaban", relata Ángela Díez, directora de la residencia La Solana, en Madrid.

Incluso algunos de los trabajadores de la residencias les pidieron a sus familias que fueran a luchar en primera línea, como es el caso de Isabel Tomás, directora del centro de mayores Santa Isabel. "En abril no había personal, no había dónde encontrar una mano y tuve que meter a mis hijos", cuenta Tomás.

Indignación por haberse sentido "estigmatizados"

Por ello, a la incertidumbre y a la impotencia muchos suman la indignación por haberse sentido "estigmatizados" durante meses. "Son casi nuestra familia, nos ven a nosotros casi más que a sus propios hijos y no veo justo que los estén tratando mal y sin conocer todos los detalles", denuncia la directora del centro de mayores Santa Isabel.

En la misma línea, Ángela Díez lamenta que fueron "abandonados por todo el mundo". "Nadie nos llamaba para preguntar qué necesitábamos", lamenta la directora de la residencia La Solana.