El acoso del tenista francés Maxime Hamou a una periodista, desgraciadamente tiene muchos precedentes. Durante una entrevista al actor Vin Diesel, la periodista brasileña Carolina Moreira tuvo que escuchar frases como estas: "¡Dios! Es tan guapa, tiene una cara tan bonita, ¿cómo voy a seguir la entrevista? Mirad qué mujer". El actor, insistía en promocionarse a sí mismo: "Vamos de aquí, vamos a comer".
Después, ella contó su malestar tras el acoso machista: "No sabía qué hacer, sonreía y sonreía porque estaba en una situación delicada".
En EEUU, un hombre inició una moda muy concreta de cosificar a la reportera, gritarles en directo algo así como "me la follaría". De esta forma, se elimina cualquier posibilidad de no emitir la vejación. Rápidamente se virilizó
Hasta que una reportera canadiense decide responder: "Decir eso ante los espectadores es irrespetuoso y degradante".
La periodista belga Esmeralda Labye recibió continuos acosos durante una cobertura del carnaval de Colonia. No obstante, la mayor vejación llegó al acabar la conexión, sólo se emitió medio segundo, le manosearon un pecho. "Sólo pude decirles que no me tocaran", explicó después la reportera.
Pero el acoso más antiguo es el de besar a la reportera, lo que por cierto no es premio que esperamos por hacer nuestro trabajo.
Una secuencia inolvidable
Se cumplen 40 años de la fuga de 'El Vaquilla', una de las huidas más sonadas de la historia de España
El contexto Juan José Moreno Cuenca, más conocido como 'El Vaquilla', logró escapar de una prisión de Lleida con otros cinco reclusos amenazando con objetos punzantes a los funcionarios.