Hay Papás Noeles que no viajan en reno. Se comen atascos en coche, ponen el aire acondicionado porque se achicharran con la ropa y el gorro, y se dirigen a una residencia de ancianos de Vigo. Son, en realidad, varios taxistas que hacen la carrera gratis en unas fechas tan especiales.

Los andadores se meten en el maletero y, aunque a los mayores les toque ir un poco apretados en el vehículo, todo merece la pena cuando llegan al destino: la ciudad de Vigo llena de luces y decoración navideña.

"Me da una alegría muy grande, me emociona", comenta una de las señoras afortunadas que han podido realizar la excursión.Y es que no se puede consentir que ellos, a la vuelta de la esquina, se pierdan lo que otros vienen a ver a aposta.

Esta es una iniciativa solidaria de una asociación con el apoyo de taxistas para luchar contra la desatención de los ancianos estas fiestas. Esa soledad no deseada que afecta en alguna medida al 45% de los mayores de 65 años y que va minando incluso a los que, en alegría y fortaleza, nos dan mil vueltas.

Para acompañarlos, en otra residencia de Madrid hoy reparten roscón, cantan villancicos. Y en otras de Asturias y Sevilla preparan una cena especial para invitar a los que viven en sus casas solos y no quieren estar solos. Los ancianos que viven allí están encantados de traerse a quienes no tienen familia, quizás porque ellos saben bien lo que es echar de menos.