El negocio de alquiler de embarcaciones está creciendo como la espuma. Clientes no les faltan. Concretamente, en el verano de 2023, las reservas de barcos de alquiler han aumentado un 52% con respecto a 2022, según datos de Click&Boat. Pero casi un 30% ha sido de barcos sin licencia. "Digamos que, a veces, la ignorancia es muy atrevida", señala Fran Chirivella, de Windward Yacht Services. Las costas nacionales son las más demandadas por los españoles para navegar, con Baleares a la cabeza, seguida de la Comunidad Valencia y Cataluña.

El problema de estos marineros por un día es básicamente que no tienen ni idea de navegar: les dan cuatro instrucciones rápidas y se lanzan a descubrir la costa aunque a veces la travesía acaba mal y terminan con el agua hasta el cuello. Chirivella: "para gestionar cualquier imprevisto que puedas tener en el mar, para conocer las normas de circulación para entender como funciona el mar". Y los profesionales advierten del peligro de esta actividad, Dioni Navarro 'Acronáutica': "vemos que es arriesgado alquilar un barco sin titulación previa".

Desde 2014, no hace falta tener título para poder llevar una de estas embarcaciones. Los requisitos para navegar sin licencia son los siguientes: ser mayor de 18 años, que la eslora del barco sea inferior a cinco metros, que el motor no supere los 15 caballos y, a la hora de navegar, no se pueden alejar demasiado de la costa (hasta dos millas del puerto). Fran apunta que el mar es algo maravilloso y que debemos disfrutar de él pero con conocimiento y con precaución.

Entre junio y septiembre del año pasado, al menos, 5.200 personas necesitaron asistencia por parte de Salvamento Marítimo. Además, la Ley de Puertos del Estado y de Marina Mercante agrupa las infracciones en leves, graves y muy graves, y estas podrían implicar sanciones económicas de hasta 60.000, 120.000 y tres millones de euros respectivamente. En tierra, parece fácil. Pero en medio del mar, las cosas pueden complicarse. Y hay quien no sigue al pie de la letra las instrucciones. Porque la falta de experiencia puede terminar en tragedia.