La unidad del Cuerpo Nacional de Policía Adscrita ha retirado tres niñas, de cinco, seis y 13 años, a unos padres del municipio malagueño de Cártama por supuesto un delito de abandono de menores, tras lo que han sido puestas a disposición del Servicio de Protección de Menores de Málaga.
Las tres menores residían en una vivienda en la que sus padres habían almacenado una gran cantidad de enseres y desperdicios recogidos en los contenedores de basura. Según ha informado la Consejería de la Presidencia en un comunicado, los padres de las niñas podrían sufrir síndrome de Diógenes.
Hace un mes, la Policía Adscrita tuvo conocimiento por parte de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Cártama de la existencia de una familia con la que había trabajado para "intentar corregir la dinámica disfuncional" existente. Y es que, según informaron desde los Servicios Sociales, en la familia se producían continuas discusiones y enfrentamientos entre los adultos, limitaciones comunicativas, probables problemas mentales de la madre y desatención a sus hijas.
Además, el domicilio familiar había sufrido un incendio el día anterior, por lo que se inició una investigación en la que se comprobó que se habían almacenado una gran cantidad de enseres, basuras y desperdicios domésticos recogidos en los contenedores de residuos. Al entrar en la vivienda, se comprobó que esta presentaba "un estado lamentable que la hacía inhabitable e insalubre para sus ocupantes".
Los agentes determinaron que las tres niñas pasaban gran parte del día encerradas en su vivienda, sin contacto con otros niños de su edad y aisladas socialmente, y que estaban desatendidas por sus padres. Por todo ello, y tras dictaminarse que las hermanas se encontraban en una situación de riesgo grave, se llevó a cabo la retirada policial de las menores, quienes fueron puestas a disposición del Servicio de Protección de Menores de Málaga.
El atestado policial ha sido remitido al Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Málaga, a cuya disposición han quedado los padres de las menores, investigados por un supuesto delito contra los derechos y deberes familiares.
Un vecino ha contado que, al comprobar que salía fuego por una ventana, avisó a la familia, y la madre aseguró que "estaba todo controlado". Sin embargo, al ver que el fuego avanzaba, dieron aviso a los bomberos. "Las niñas iban al colegio y, aparentemente, la vida que llevaban era normal", ha expresado el mismo vecino.
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