A Rawit le arrebataron su hogar cuando unas máquinas irrumpieron en la selva para arrasar con todo lo que encontraron a su paso y, de esta manera, poder aprovechar el terreno para cultivar palma de aceite, una deforestación que se está produciendo en zonas de Asia y que termina con el hábitat de muchos animales.

Después de eso, este orangután tuvo que acercarse a la población para poder encontrar comida, momento en el que fue capturado y atado a un árbol como si fuera una mercancía, expuesto hasta que se le encontrase comprador. Afortunadamente, algunos vecinos avisaron a una protectora de animales y pudieron rescatarle.

El animal fue encontrado con múltiples heridas después de estar atado a un árbol, por lo que tuvo que atravesar un proceso de rehabilitación de dos semanas. Una vez recuperado, el animal fue liberado en una reserva natural junto a otros animales que han sido rescatados de la deforestación que están sufriendo en la zona asiática.