Los conductores mayores de 70 años son más veteranos y tienen más experiencia, pero también pierden reflejos y rapidez a la hora de tomar decisiones en carretera. Así, el consejo es reaprender a conducir a partir de esa edad, a no ser que una indicación médica diga lo contrario.
Lola cumple 87 años en agosto. Al volante de un coche suspira junto a una profesora de autoescuela que valorará si puede hacerlo. Minutos antes ha escuchado la clase teórica del teniente David. Y no ha sido la única alumna de esa clase. José, de 71 años, asegura que tiene un motivo de peso para seguir conduciendo: su mujer va en silla de ruedas. "Para ir a Sevilla que tengo a la hija ahí", confiesa otro asistente.
Arturo, de 78 años, tiene fibromialgia y se enfrenta a diario a la presión de la familia para que lo deje. "Tengo una pelea muy grande por culpa del coche", señala al mismo tiempo que asegura que él está capacitado para conducir. David, teniente de la Guardia Civil de Tráfico, explica que en estos casos son decisivos los exámenes psicotécnicos. "Para que el médico detecte si puede seguir conduciendo o no", añade.
La edad da más experiencia al volante y también más tiempo que permite planificar un viaje: adelantarlo o retrasarlo en función del tráfico o la climatología. "Si está lloviendo, pues si puedo evitarlo, lo evito", les explica el agente.
Lola escucha atentamente las indicaciones del agente. Lleva conduciendo desde los 32 años y quiere seguir haciéndolo. De hecho, domina los pedales. "Tantos años cosiendo nada más que a pedal", reconoce ella misma.
Sin embargo, el tema del freno de mano se le complica más. Sus pequeños errores son los habituales a determinada edad. "A la hora de decidir le cuesta más trabajo", señala María Jesús González, de Autoescuela Nazaret. Aún así, aprueba con nota.
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