Transfobia
El discurso tránsfobo cala en EEUU: así fue el desagradable momento vivido por una trabajadora en Kansas
¿Por qué es importante? La mujer sufrió incrédula un episodio de transfobia en el restaurante de comida rápida donde trabaja. "¿Cuál es su nombre, señor?", le preguntó la clienta a Lily, una mujer trans.

Resumen IA supervisado
En un restaurante de comida rápida en Kansas una trabajadora llamada Lily enfrentó un incidente tránsfobo con una clienta que insistía en referirse a ella incorrectamente como hombre. A pesar de las correcciones de Lily, la clienta persistió en su discurso discriminatorio, alegando que tenía derecho a llamarla según su percepción. La encargada del local intervino, recordando a la clienta que Lily es una mujer y subrayando la política del restaurante de no tolerar insultos hacia su personal. Finalmente, la encargada pidió a la clienta que se retirara, reafirmando el compromiso del establecimiento con el respeto y la inclusión.
* Resumen supervisado por periodistas.
En un restaurante de comida rápida de Kansas, en Estados Unidos, una trabajadora vivió una escena que demuestra hasta qué punto el discurso tránsfobo y ultra está calando en la sociedad del país y no solo en los más jóvenes. Todo comenzó cuando una clienta se empeñó en decir que la persona que la estaba atendiendo no era una mujer sino un hombre.
"¿Cuál es su nombre, señor?", le preguntó la clienta, ante lo que la respuesta de la empleada fue decirle de forma clara: "Me llamo Lily". Lily es una mujer trans y la clienta se empeñó en referirse a ella con un pronombre incorrecto deliberadamente diciendo, además, que tenía un aspecto masculino. La trabajadora, mientras, dio claras muestra de no dar crédito al escuchar estas palabras.
De hecho, la mujer insistió en su discurso tránsfobo. "¿Y dices que te he llamado señor?", dijo. "Me has llamado joven, y te he corregido educadamente varias veces", explicó la propia empleada según lo captado en un vídeo. Pero la clienta continuó: "No, no tienes derecho a corregirme. Te llamaré por lo que veo". Ante la insistencia en las faltas de respeto, la empleada intentó ignorarla, pero la clienta no cesó y siguió despotricando.
"A menos que Burger King tenga una política de comportarse de esta manera con sus clientes", continuaba la clienta cuando la encargada del local de la cadena de comida rápida intervino diciéndole que no podía seguir grabándolas. Esta, sin embargo, replicó aludiendo que era abogada. "Oh, soy abogada especializada en la Primera Enmienda y, por supuesto, puedo grabarlo", afirmó.
De esta forma, aseguró que podía grabar y llamar a las personas como le dé la gana. Mientras, a la encargada no le quedó más remedio que continuar escuchando el discurso de la clienta a la vez que trataba de corregirla recordándole que su trabajadora es una mujer. "Tendré una conversación con la señorita Lily", le indicó. Pero esto tampoco puso fin al discurso excluyente. "Ella no es una señorita. Tú eres libre de pensar que lo es, y yo soy libre de no hacerlo", siguió.
Finalmente, la encargada dio una lección de buenos modelos. "Nuestra política es no insultar, pero esperamos que nuestros clientes tampoco insulten a los miembros de nuestro equipo", le dijo, a lo que añadió: "Tengo derecho a pedirle que se retire". Tras esto, procedió amablemente a echarla del restaurante.
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