Uno de los objetivos en el futuro de la lucha contra el cambio climático es frenar las olas de calor marinas. Se trata de olas de calor -como las de verano- que solo afectan al agua de la superficie del mar.

Carlos Mallo, director de Innoceana, trabaja con su equipo en el cuidado del océano y es testigo del aumento de este tipo de calentamiento "anómalo". Lo han comprobado en Costa Rica y Tailandia, "donde la temperatura del mar sube hasta cuatro grados centígrados, lo que afecta negativamente a los ecosistemas".

Una de esas consecuencias es "el famoso blanqueamiento de los corales", que en muchas ocasiones no son capaces de soportar las altas temperaturas y acaban muriendo. A su vez desaparecen invertebrados y peces de arrecife que dan alimentación a peces más grandes.

En España también se nota el efecto del calentamiento global en el mar, concretamente "uno o dos grados de temperatura en aumento". Los océanos son nuestros aliados almacenando CO2, como en el sabadal de las Islas Canarias, y ya hemos perdido un 50%.

"Son auténticos depósitos de carbono que necesitamos para evitar que el día de mañana no podamos salir de casa por la temperatura y los ecosistemas se vayan muriendo, como está pasando a día de hoy", asegura Mallo.

Por estos motivos, los científicos nos piden ayuda para convertirnos también nosotros en cuidadores del mar.