Feminismo, este movimiento transversal que está tiñendo, cada vez con más fuerza, las calles de morado está consiguiendo estar más presente que nunca en la sociedad. El feminismo significa igualdad. Ni supremacía de las mujeres ni odio a los hombres. Según la Real Academia de la lengua española (RAE)este término recoge el "principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre. Desde que en el año 2018 las cifras de mujeres y hombres asistentes a la manifestación de el día de la mujer el 8M batiera un récord histórico en ciudades como Madrid, la palabra "feminismo" ha ido haciéndose eco cada vez más fuerte en la sociedad.
Con un total histórico de 170.000 asistentes a la manifestación de Madrid en el año 2018, según los datos ofrecidos por la Delegación del Gobierno, 375 días después se pasó a 375.000 manifestantes, demostrando que la palabra feminismo había llegado para quedarse. Un término que ha conseguido ser transversal en la sociedad actual, pero al mismo tiempo se le han atribuido connotaciones negativas.
¿Qué significa etimológicamente la palabra feminismo?
Cabe la necesidad de conocer las raíces del propio término "feminismo" para explicar muchas de las causas desde las cuales las mujeres ya se representan discriminadas desde el propio lenguaje. Según el Instituto Cervantes, la palabra "feminismo" proviene del latín "fémina", cuyo término se registró en el año 1484 en la publicación del famoso manual de inquisidores 'Malleus Maleficarum' ('Martillo de hechiceras'), firmado por los dominicos Jakob Sprenger y Heinrich Kramer. La palabra en cuestión está compuesta etimológicamente por "fe" y "minus", lo que significa que la "mujer era inferior en la fe que el hombre, y éste por tanto, tenía que dirigirla y vigilarla especialmente".
¿Cuándo el feminismo tuvo reconocimiento en España?
Existe un gran contraste histórico desdecuando se empezó a hablar de feminismo en el mundo en lo que a derechos sociales se refiere hasta cuando éste se vio reconocido como un conjunto de derechos de la mujer en España. Fue en el año 1791 cuando la francesa, política, filósofa y escritora Olimpia de Gouges, propuso y dio voz institucionalmente a la mujeres en su 'Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadanía', en la que señalaba que los "derechos naturales de la mujer están limitados por la tiranía del hombre, situación que debe ser reformada según las leyes de la naturaleza y la razón".
Han hecho falta cuatro siglos más para que la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres se vean reconocidos como leyes en España. La promulgación del artículo 14 de la Constitución española, el 6 de diciembre de 1978, supuso la afirmación legal de la igualdad entre las mujeres y los hombres y la no discriminación por razones de raza, sexo o religión, y su reconocimiento como principios inspiradores del ordenamiento jurídico de nuestro país, según expone elInstituto de la Mujer en España.
El feminismo no es lo contrario de machismo
Una de las grandes connotaciones negativas que se le atribuyen al feminismo actual es la creencia de que significa lo contrario al machismo y por tanto crea esa polarización social convertida en una lucha entre hombres y mujeres. Caer en esta connotación es puramente por desconocimiento, ya que el feminismo aun pareciéndose semánticamente a la palabra machismo, busca "conseguir la igualdad entre hombres y mujeres", según recoge el diccionario académico (RAE), y no la supremacía sobre el hombre.
Por el contrario la definición de la palabra machismo, según expone el mismo, significa la "actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres "y la "forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón". Aun estableciéndose estas diferencias y consiguiendo la promulgación y avance de muchas leyes en lo que a los derechos de la mujer se refiere, aún queda mucho camino para que esos derechos y libertades en torno a la mujer pasen de las páginas a la realidad.
Cómo se llegó al término feminazi
Comparar el feminismo con el nazismo, es más, unir ambos términos en una única palabra solo ha servido para atacar al feminismo. Esta palabra se popularizó en el año 1992 por el locutor de radio y comentarista político Rush Limbaugh, al declarar en su libro 'The way things ought to be' ('La forma en las que las cosas deberían ser') que el término feminazi se refería a "feministas radicales" cuyo interés era que aumentara del número de abortos. Esta definición ha contribuido a la construcción de un término con una matiz despectivo hacia lo que es ser feminista, creyendo que la total defensa y activismo en la igualdad de derechos y oportunidades de la mujer y el hombre, así como el derecho al aborto, entre otros, están relacionados con un extremismo que busca la supremacía de la mujer sobre el hombre.
Pero no sólo esto ha generado la difusión de la palabra peyorativa de feminazi, desde que la RAE definiera la palabra feminazi en uno de sus tweets como el acrónimo de "feminista + nazi" en el sentido "feminista radicalizada", se han ido levantado oleadas de críticas cada vez más reivindicativas en torno a el concepto.