La difteria es una enfermedad infecciosa producida por el bacilo 'c. diphtheriae' que se manifiesta en la laringe y se transmite por las secreciones de la nariz, estornudos, sudor o lágrimas de las personas infectadas y afecta exclusivamente a humanos.

Cuando la bacteria crece libera unas toxinas que van a la sangre y pueden provocar lesiones en el corazón, los riñones y el sistema nervioso y suele tener un pronóstico reservado hasta los 50 días después de haberse iniciado.

Los síntomas de la enfermedad son variables, pero frecuentemente produce dolor de garganta y secreción nasal, inflamación de los ganglios del cuello, malestar general y fiebre. También pueden presentar la formación de una membrana en la faringe, que sangra con facilidad.

La vacuna contra la difteria se administra normalmente combinada con la del tétanos y la tos ferina, y el calendario de vacunaciones de Cataluña prevé la administración de seis dosis, las tres primeras a los dos, cuatro y seis meses de edad, otra a los 18 meses, y entre los cuatro y los seis años otra dosis de recuerdo y una final a los 16 años.

El último caso registrado en España fue hace 28 años. La Agencia de Salud Pública de Cataluña ha recordado que la difteria es una enfermedad "muy poco frecuente" en los países desarrollados gracias a la vacunación generalizada de la población y a la mejora de las condiciones higiénicas.

Según Salud, la forma más efectiva de evitar la enfermedad es mantener un elevado nivel de vacunación, lo que ha permitido que en Cataluña no se hubiera declarado ningún caso desde 1983. La Agencia de Salud Pública de Cataluña ha recordado la importancia de cumplir con el calendario de vacunación para evitar que resurjan las enfermedades graves "que prácticamente habían desaparecido de nuestro entorno", según la ASPCAT.