Los vecinos de Yeste van a sus pedanías, pero sólo durante una hora. Protección Civil ha dejado volver a sus casas a los vecinos de seis de las diez pedanías desalojadas a recoger algunas pertenencias y dar de comer a sus animales: "Yo he mandado a mi hija ya que traiga lo que nos hace falta". Otros de los vecinos dice que lloran de "impotencia, de pena y de todo".

Llevan tres noches durmiendo fuera de sus casas y por seguridad todavía no pueden regresar definitivamente. "Estamos sacando coches con responsables de Protección Civil para que vayan y se traigan lo más necesario puesto que no sabemos cuándo va a acabar esto", asegura Miriam Fernández, coordinadora de Protección Civil.

Porque el incendio de Yeste sigue sin estar controlado, ya hay 1.500 hectáreas quemadas y no todo el incendio está perimetrado. "No va a ser un incendio de una superficie enorme, desde luego se van a incrementar las hectáreas como dijimos el primer día, el problema es cómo atacarlo, cómo entrar en los barrancos y hacer que se extinga", explica Francisco Martínez Arroyo, consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo rural.

Por eso, toda la noche han seguido las labores de extinción con medios terrestres y los vecinos no le han quitado ojo. Lucha contra el fuego se intensificará porque la situación podría empeorar, ya que se espera más calor y rachas de viento.