Tras prestar declaración, el juez ha decretado prisión provisional para el padre de los dos menores asesinados en Godella, en Valencia.

Finalmente, la madre no declarará ante el juez este sábado. Sigue ingresada en la unidad de psiquiatría del Hospital de Llíria por orden judicial.

A pesar de que la abuela materna alertó esta misma semana a los servicios sociales hasta en dos ocasiones de la situación problemática de su hija, no se pudo hacer nada por evitar la tragedia.

Entre los amigos de la pareja, hay quien aún no se explica lo ocurrido. "Mi amiga María en su sano juicio nunca le haría daño a sus hijos", cuenta una mujer que, además, asegura que no vio nada raro cuando fue a visitar a los niños unos días antes de ser asesinados.

"Hacía tiempo que no se sabía nada de ellos, no nos dejaban ver a los niños y ya por preocupación nos acercamos a ver si estaban bien y al llegar vimos que estaba todo perfecto", asegura.

Para algunos expertos, la Administración carece de instrumentos suficientes para anticiparse a este tipo de situaciones y poder así evitarlas. "Lo deseable sería que los servicios sociales pudieran detectar a través de mecanismos de inspección ordinarios estas situaciones de riesgo para elevar rápidamente el informe a la Administración autonómica y que esta hubiese declarado rápidamente el desamparo de los menores y hubiera asumido la tutela", afirmó Joaquim Bosch en Más Vale Tarde.

La investigación por la muerte de los dos menores sigue en marcha bajo secreto de sumario. A la espera de la publicación del informe preliminar sobre lo ocurrido, todo apunta a que podrían haber fallecido por traumatismos en la cabeza. De ahí que los padres, de momento imputados por un supuesto delito de homicidio, podrían ser acusados de asesinato.