Desde enero a julio de este año se han quemado en España más de 16.000 hectáreas, sin contar con los últimos fuegos en la isla de La Palma y en Cataluña, tres veces menos que en el mismo período del año pasado.

Los efectivos que luchan contra las llamas no dan por ganada la batalla. "Hasta ahora hemos tenido menos incendios pero hasta que no acabe la campaña no se puede hablar de resultados", aconseja Julián Jiménez, miembro del cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid.

Las características de la superficie forestal hacen que España sea altamente inflamable, por lo que el número de incendios puede aumentar repentinamente. Que la población sea consciente de los riesgos de realizar actividades con fuego es la premisa a tener en cuenta.

La legislación se ha endurecido en esta materia con multas y penas de cárcel que pueden llegar a los 20 años si se pone en riesgo la vida. El 95% de los incendios se debe a factores humanos y la mayoría de ellos por negligencias, como la que originó el incendio que ahora asola La Palma.

Extinguido el fuego toca analizar las consecuencias, y en la mayoría de casos pueden perdurar años. "Dependiendo de la zona donde se produce el incendio es posible que tengan que transcurrir 100 o 120 años para que se recupere el bosque", afirma Julián Jiménez, miembro del cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid.

La recuperación puede llegar a través de la regeneración natural o de la reforestación. La acción del hombre se convierte nuevamente en una pieza clave para restaurar el daño producido.