La criogenización siempre ha estado envuelta por un halo de misterio. ¿Será algún día posible que podamos revivir? Aunque la falsa leyenda urbana dice que Walt Disney fue uno de los primeros humanos en someterse a este proceso para volver a la vida cuando la enfermedad terminal que padecía tuviera cura, es cierto que cada vez hay más personas interesadas en esta opción.

Ahora, el caso de una menor de 14 años que ha fallecido de cáncer ha reabierto la controversia. Pero...¿cómo se criogeniza a un ser humano? Debe realizarse entre un minuto o dos después de que el corazón haya dejado de latir. El cuerpo es conectado a un respirador cardiopulmonar para evitar la muerte de las células del cerebro. Cuando la temperatura corporal alcanza los 10 grados, la sangre es sustituida por un líquido anticongelante. Después, el cuerpo es introducido en un depósito de nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero.

Hasta el momento, la crioconservación ha tenido un enorme éxito en el almacenamiento de pequeñas cantidades de tejido humano, como células de la sangre, esperma y embriones. Es verdad que aún nadie ha sido devuelto a la vida, pero los expertos están convencidos de que dentro de unos 1000 años será un proceso habitual.

¿Y qué ocurriría con la memoria?¿Conservaríamos los recuerdos? Los nuevos hallazgos, realizados por investigadores que trabajan para la industria cyronics, revelan que, en los gusanos, las memorias almacenadas en el cerebro pueden sobrevivir al proceso, recoge Daily Mail. Los resultados mostraron que los gusanos que habían sido congelados criogénicamente igualaron a los que no habían sido congelados en absoluto en las pruebas de su memoria para el olor.

En la actualidad hay unas 2.000 personas criogenizadas. La primera persona que se 'congeló' fue James Bedford, un profesor de psicología de Estados Unidos, en 1967. Sus restos se encuentran en la Alcor Life Extension Foundation, según informa 'Telegraph'.

Dos empresas de EEUU ofrecen la crioconservación a largo plazo: Alcor Life Extension Foundation en Arizona, y el Instituto criónica en Michigan.

La familia de JS, la menor de 14 años que ahora va a ser criogenizada, habría pagado aproximadamente 43.000 euros para el almacenamiento criónico inicial, el transporte y largo plazo en los EE.UU. Sin embargo, los paquetes pueden llegar a costar más de 200.000 euros, que suelen incluir investigaciones específicas sobre el cuerpo individual.