7.37 de la mañana. 40 policías, entre ellos los GEO, y 15 vehículos rodean una vivienda de Santander. Es el refugio en el que el presunto agresor sexual en serie había huído desde Ciudad Lineal, empujado por la alarma social y el estrechamiento del cerco policial.
El detenido es Antonio Ángel Ortiz Martínez. Varón de 42 años y nacionalidad española. Tiene un amplio currículum delictivo: Antecedentes por secuestros, detenciones ilegales, robos con violencia, robos con fuerza y violencia de género y fue condenado a 7 años de prisión por detener ilegalmente y agredir sexualmente a una niña de 6 años en los años 90.
Según Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, "Tenía actividades mercantiles relacionadas con la compraventa de vehículos y tecnología así como acusada afición al cultiurismo y artes marciales, perrsona violenta con relaciones incluso con el crimen organizado".
Desde hace dos semanas, la Policía vigilaba 24 horas al día cada uno de sus pasos en Santander, donde temporalmente vivía con sus tíos.
Según Interior, ha sido una dificilísima y complejísima operación policial en la que se ha llegado a pedir ayuda al FBI. "Implicaban unas dificultades añadidas que casi podemos asegurar que no tienen precedentes en España", ha señalado Jorge Fernández Díaz.
Difícil, porque el presunto pederasta no tenía ninguna relación con sus víctimas, por la amplitud de la zona de actuación, porque conocía bien el entorno, la ausencia de grabaciones, el empleo de diferentes coches, de narcóticos con sus víctimas, y por la cuidadosa eliminación de vestigios forenses y la precaución en el uso de sus comunicaciones.
El presunto pederasta ha viajado de Santander a Madrid, donde la Policía registra las viviendas implicadas, entre ellas donde presuntamente cometía las agresiones sexuales. Tras tomarle declaración, el viernes pasará a disposición judicial.
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