La Policía sigue sin descartar que Sergio Morate contase con la colaboración de otras personas a la hora de secuestrar y asesinar a las dos jóvenes de Cuenca, halladas sin vida a la orilla del Río Huécar y cubiertas con cal viva.

Lo que sí ha podido confirmar la investigación es que la cal fue comprada en Cuenca con varios días de antelación, por lo que la hipótesis policial es que Sergio tenía planeada la acción.

Otra de las sospechas de los investigadores es que Morate contaba con la visita de su exnovia Marina, pero desconocía que la chica iba ir acompañada de su amiga Laura.

Esta circunstancia vendría a reforzar la teoría de que el presunto asesino habría actuado en solitario. La Policía otorga una especial relevancia al resultado de la autopsia a la hora de esclarecer este punto.

En cuanto al paradero del presunto asesino, los investigadores tampoco descartan ninguna posibilidad, incluso que aún se encuentre en España donde tendría más contactos e infraestructura para esconderse.

La única certeza es que Morate intentó sin éxito viajar a Latinoamérica y que llegó a interesarse por los países que no cuentan con acuerdo de extradición con España.