Oculto tras una escotilla que parece sacada de una nave espacial, se abre el diminuto espacio de una habitación totalmente blanca y de estética minimalista del primer hotel cápsula destinado a los peregrinos a La Meca.
Las 24 cápsulas de plástico y fibra de vidrio de un hotel móvil constriñen todas sus comodidades en un espacio de 2,20 metros de largo por 1,20 de ancho y 1,20 de altura, que obliga al huésped a permanecer tumbado o sentado todo el tiempo que permanezca en la habitación.
Apiladas en dos alturas, las cápsulas están pintadas por completo en blanco, el mismo color que usan de forma obligatoria los peregrinos varones que inician el "hach", la peregrinación mayor, que todo musulmán debe hacer por lo menos una vez en la vida a La Meca, la ciudad más sagrada para el islam.
El hotel ha sido construido por la organización benéfica Hidyat al Hach y al Muatmir (Regalo de los peregrinos, en árabe), a instancias de las autoridades de La Meca, que están buscando alternativas para tratar de resolver el problema de la falta de alojamiento en la temporada del "hach".
El jefe del organismo de caridad, el jeque Mansur al Amer, dijo que estas cápsulas son una "solución económica ideal" para los peregrinos "que quieran tomarse un descanso" en lugares abarrotados como los aeropuertos, estaciones de tren, las paradas de las autopistas. "Estas pequeñas unidades, identificadas como cápsulas, permiten a los huéspedes tomarse una ducha, planchar y guardar sus pertenencias personales, así como dormirse de forma cómoda. Es una habitación de hotel con todas las comodidades", explicó Al Amer por teléfono.
En el interior de las minihabitaciones, un gran espejo rodeado de una cenefa de luces blancas domina una de las paredes de cada cápsula. Bajo él, apenas hay un reloj y un panel digital desde el que se puede controlar la temperatura ambiente, la luz, la apertura de la puerta o solicitar ayuda con el "botón SOS".
Al Amer explicó que las cápsulas están equipadas con detectores de humo y un extintor de incendios y, además, su puerta se abre inmediatamente si ocurre un incendio. Las otras comodidades de las cápsulas son un televisor y una tabla de planchar plegable, que se puede extender sobre el colchón.
Según el responsable del hotel, la cápsula proporciona a sus ocupantes una buena ventilación a través de un sistema de purificación de aire "iónico", que libera cargas negativas para quitar la suciedad y el polvo suspendido en el aire.
Este nuevo hotel móvil se suma a una oferta de alojamiento que ronda las 160.000 habitaciones, repartidas en 947 establecimientos registrados en La Meca, lo que incluye 480 hoteles, de los más lujosos a los más humildes, además de apartamentos.
Este año las autoridades de Arabia Saudí han dado permiso para cerca de dos millones de peregrinos, de los cuales 1,68 millones residen en el extranjero y que abarrotan los hoteles disponibles en la ciudad santa.
En algunos días del "hach", los peregrinos no pueden disfrutar de las comodidades de un hotel y están obligados a pasar la noche en las jaimas que se montan en las inmediaciones del monte Arafat, donde, según la tradición islámica, el profeta Mahoma pronunció su último sermón hace catorce siglos.
La experiencia piloto del hotel cápsula ha sido un encargo del Instituto de Investigación de las dos Mezquitas Sagradas que, según Al Amer, estudiará y evaluará esta prueba y anunciará sus recomendaciones después de la temporada del "hach".