Según ha informado la policía catalana, la madre del menor denunció el pasado miércoles, 24 de octubre, que unas personas habían robado la silla de ruedas eléctrica que utiliza su hijo, que la dejó como cada día en el rellano de su casa, en el barrio de Sant Andreu de Barcelona, atada a un candado y conectada a la corriente.

Al irla a buscar a la mañana siguiente, el menor comprobó que unos ladrones se habían llevado la silla tras romper el candado. La mujer aportó varias fotografías de la silla eléctrica a los Mossos d'Esquadra, lo que permitió a los Mossos iniciar una investigación que dio un paso definitivo cuando una vecina les alertó de que tenía sospechas de que la silla estaba en venta en Internet por unos mil euros.

Gracias a esta pista, los Mossos pudieron identificar y localizar a los supuestos autores del robo, que han sido detenidos. Se trata de dos hombres y una mujer, que ocupaban uno de los inmuebles del bloque de pisos en el que vive el menor. Los Mossos mantienen la investigación abierta para tratar de aclarar los motivos del robo.