Casi 260 euros, es lo que pagó Merve Kales por un tratamiento estético. Este enfermera de 22 años acudió a una peluquería para aumentar el tamaño de sus labios. El problema, ni el peluquero ni el local disponían de licencia ni conocimientos para hacer el retoque.
"Es una amiga de mi amigo. Me preguntó si le podía inyectar relleno en los labios para tenerlos más gruesos", afirma el peluquero al diario 'The Sun'. "A pesar de que dije que no, insistió. Inyecté donde ella me dijo que lo pusiera", añade.
Ahora, y a causa de una infección, la joven tiene los labios tan hinchados que no puede ni cerrarlos. Los médicos le intervendrán para tratar de retirarle la sustancia inyectada, un producto que nadie sabe exactamente decir qué es.
Sin embargo, los sanitarios advierten que Merve podría perder sus labios y soportar unos meses de dolor hasta someterse a una cirugía reconstructiva.
En el 20% de los casos
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