Acechan los intentos de controlar el fuego
El peligro de las pavesas: partículas incandescentes que pueden determinar la evolución de un incendio y que dificultan la labor de los bomberos
¿Por qué es importante? Estas partes de elementos quemados por las llamas pueden hacer que el incendio se propague en direcciones inesperadas, provocando focos secundarios en otras zonas.

Resumen IA supervisado
Los bomberos enfrentan múltiples peligros al combatir incendios, siendo la lluvia de pavesas uno de los más desafiantes. Estas partículas incandescentes, restos de elementos quemados, son impulsadas por el viento y pueden propagar el fuego en direcciones inesperadas, como ocurrió en el incendio de Las Hurdes. Según el bombero Manolo Blanco, las pavesas pueden provocar que viviendas cercanas ardan. Pedro Suero, analista del COR, destaca que el viento es crucial al actuar como vehículo para estas partículas, aumentando el riesgo de focos secundarios. José Antonio Bayón, director general de Prevención de Incendios, enfatiza la preparación de los equipos para enfrentar estos desafíos. Además de las pavesas, las ascuas también representan un riesgo al poder reactivar focos con el viento.
* Resumen supervisado por periodistas.
Los bomberos se enfrentan a numerosos peligros en su lucha por extinguir el fuego. Inmersos entre las fuertes rachas de viento, uno de los elementos a los que tienen que hacer frente es a la lluvia de pavesas.
Se trata de partículas incandescentes, partes de elementos quemados por las llamas, que acechan los intentos de controlar el fuego. Una situación a la que han tenido que enfrentarse, por ejemplo, en el incendio de Las Hurdes, donde, debido a la velocidad del viento, actúan como dardos de fuego.
Unas peligrosas partículas que pueden determinar la evolución de un incendio. "Pueden hacer que el incendio se propague en direcciones inesperada, haciendo que viviendas cercanas al incendio puedan arder", ha explicado el bombero Manolo Blanco.
En concreto, esto se produce cuando, en un incendio, las fuertes rachas de viento impulsan una columna de humo y de la zona en llamas salen estas partículas, que pueden recorrer incluso kilómetros y provocar focos secundarios en otras zonas.
"El viento juega un papel importante porque es el vehículo. A mayor intensidad, más posibilidades hay de que recorra distancias más largas", ha señalado Pedro Suero, analista del COR.
De esta forma, este se convierte en otro de los peligros a los que se enfrentan los bomberos, que ha hecho que los equipos de extinción tengan que estar más preparados.
"Nuestros equipos están preparados para que eso no les afecte. El problema del paveseo es que podamos tener un foco secundario a nuestras espaldas y nos pueda atrapar", ha aclarado José Antonio Bayón, director general de Prevención y Extinción de Incendios de la Junta de Extremadura.
Los peligros de un incendio no solo están en las llamas como tal. Además de las pavesas, con un poco más de tamaño, también están las ascuas. Restos de vegetación quemada que con el viento también son capaces de reactivar focos.