Sigue investigándose el parricidio que tuvo lugar en Elche, cuando un joven de 15 años mató a sus padres y a su hermano después de una discusión por las malas notas del menor.
Tras producirse la discusión, el menor cogió la escopeta de caza del padre y disparó a su madre por la espalda mientras estaba en la cocina. Su hermano, de 10 años de edad, al darse cuenta de lo ocurrido, intentó huir de la casa cuando su hermano mayor le mató.
Horas después, cuando su padre llegó del trabajo, el menor le mató. Durante varios días, convivió con los cadáveres de sus familiares en su casa. El viernes, su tía le preguntó por el paradero sus padres, momento en el que se derrumbó y confesó su crimen.
Fue entonces cuando la Policía Local acudió a la vivienda y alertó a la Policía Nacional, tomando declaración al joven en presencia del fiscal de menores y del juez de guardia. Los investigadores se muestran sorprendidos por la frialdad del menor y su desapego hacia las víctimas.
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En la familia, ninguno de sus miembros tenía antecedentes ni denuncias por violencia familiar. La agencia Efe detalla que la madre del joven le cortó la wifi por suspender cinco asignaturas, así como por negarse a realizar tareas en el campo. Ahora, se investiga el origen del arma del padre con la que se perpetró el crimen.