Raquel, una joven trabajadora, ha decidido quedarse a vivir en Mejorada, un pueblo de Toledo. "Yo tenía claro que quería trabajar aquí", cuenta a laSexta. Según dice, la mayor parte de su entorno, se está marchando del municipio, aunque la pandemia ha ayudado a cambiar esa tendencia. "Con el teletrabajo, mucha gente de Madrid se vino aquí", señala.

Pero el traslado de personas de las ciudades no es el principal motivo por el que se está consiguiendo frenar el abandono de algunas zonas rurales. Y es que al menos 60.000 personas han cambiado su idea de dejar el entorno rural.

"Por primera vez, los municipios pequeños no pierden población, pero no es porque los 'urbanitas' se instalen en los pueblos, sino porque la gente de los pueblos deja de emigrar", explica Toni Roldán, director de ESADE EC-POL.

En 2020, 360.000 personas abandonaron un municipio de menos de 10.000 habitantes, frente a las más de 425.000 que lo hicieron el año anterior. En este sentido, Roldán indica que "los municipios pequeños han crecido, pero se han concentrado mucho en zonas del litoral y en zonas cercanas a las grandes ciudades, donde hay mucha actividad económica".

En Comunidades Autónomas como Madrid (+45%), Murcia (+34%) o Cataluña (+31%), la población en los pequeños municipios aumenta, mientras que en la zona noroeste del país decrece (Asturias (-26,9%), Castilla y León (-19,7%), Galicia (-16,9%) o Extremadura (-9,6%)).

Víctor cuenta que quiso teletrabajar en su pueblo de 100 habitantes. Sin embargo, no pudo hacerlo porque "no llega Internet". De esta forma, tuvo que irse a la cuidad más cercana, Palencia, ante la falta de infraestructuras de su pueblo.

Precisamente, esta es otra de las claves por las que la despoblación crece en algunas partes del país. Por eso, piden medios, infraestructuras y servicios básicos que les permitan seguir viviendo en el lugar que nacieron.