Un año más Pamplona vive San Fermín sin poder celebrarlo a lo grande por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, la situación epidemiológica de Navarra, que acumula una de las peores incidencias acumuladas de España, no ha frenado a centenares de personas que se han echado a las calles de la ciudad para celebrar las fiestas con un macrobotellón.

La policía cifra en 600 las personas que fueron desalojadas en la madrugada del primer día de los 'no Sanfermines'. Al organizador del evento se le ha propuesto para una multa de 60.000 euros y otras 60 personas han sido identificadas, entre ellas un detenido por resistencia a la autoridad.

Fue antes de la medianoche cuando vecinos de la zona comenzaron a llamar por teléfono a la Policía notificando molestias por el ruido y la música que proliferaba de un equipo de música.

La operación ha finalizado alrededor de las siete de la madrugada porque parte de los congregados, alrededor de 200 personas, han decidido permanecer en el lugar aunque no tuvieran ya música.

Este no ha sido el único que botellón disuelto la pasada madrugada por la Policía, aunque el resto ha sido con una menor afluencia de personas. Antes los agentes desalojaron las calles Calderería, Comedias, Espoz y Mina y parte de la Estafeta, todas ellas en Casco Antiguo pamplonés, por un elevado número de personas, lo que "no permitía garantizar las medidas de seguridad" anticovid.