Las primeras oposiciones a bombero celebradas en Málaga desde 2015 no han estado exentas de polémica. La razón: el coronavirus, o mejor dicho, las medidas implementadas para evitar el aumento de contagios. Todo comenzó, según ha denunciado la cuenta de Twitter 'Encierro Bomberos Málaga', durante la celebración de dos pruebas físicas incluidas en dicho examen.

La primera consistía en trepar por una cuerda hasta cinco metros sin poder usar las piernas, un ejercicio para el que se suele usar magnesio con el objetivo de mejorar el agarre de las manos y no deslizarse cuerda abajo. Sin embargo, los miembros del tribunal que evaluó la prueba no permitieron a los candidatos utilizar este elemento para llevar a cabo la prueba.

En cambio, a los aspirantes les exigieron lavarse y desinfectarse las manos con gel hidroalcohólico justo antes de trepar por la cuerda como medida de higiene y prevención ante la Covid-19, lo que provocó numerosos resbalones y caídas entre los participantes de la prueba. "El tribunal prohíbe el uso de magnesio para subir la cuerda y obliga a echarse gel hidroalcohólico sin tiempo a secarse, provocando que los opositores resbalen al intentar subirla", ha expuesto 'Encierro Bomberos Málaga' en redes sociales.

Así denunció uno de los opositores la situación al diario ABC: "Las condiciones no eran las idóneas. Encima, ahora que está tan de moda la Ley de prevención de riesgos laborales, no se usó en ningún momento ni sistema anticaída, tipo arnés, ni una colchoneta de salvamento. Pusieron una especie de corcho duro que no servía para nada". La otra prueba que indignó a los candidatos, consistente en un circuito de agilidad, tuvo unos resultados similares a esta.

"La pista para el circuito la han colocado sobre un suelo de cemento pulido, lo cual ha provocado innumerables caídas y resbalones", ha continuado denunciando ‘Encierro Bomberos Málaga’. Esto ha provocado que, de las 38 personas que se examinaron este jueves (de un grupo de 78 aspirantes), sólo seis hayan logrado superar estos dos ejercicios, lo que provocó una serie de protestas que obligaron a la Policía Local a intervenir.

Ante esta situación, el concejal de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Málaga, Jacobo Florido, aseguró a ABC que poner en duda al tribunal que examinó a los candidatos "es lo último", puesto que es “soberano” en este tipo de exámenes y recordó que "aún queda un segundo turno" de aspirantes pendientes de realizar la prueba.