Violó junto a otros dos hombres a una mujer, por lo que fue condenado a 24 años de prisión. Sin embargo, ha pasado los últimos ocho oculto en el barrio madrileño de Moratalaz engañando a su familia, a la que hizo creer que se ocultaba de la Policía por un robo.

A pesar de que durante este tiempo evitó poner un pie en la calle, se cruzó en su camino la 'Operación Violeta' de la Policía Nacional. Gracias a esta investigación para localizar a los fugitivos con mayores penas por delitos sexuales del país, los agentes dieron con él en el dúplex en el que se había escondido durante todo este tiempo, en el famoso complejo de viviendas sociales 'El Ruedo', diseñadas por el arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza.

Según el relato policial, la víctima coincidió con el fugado y los otros dos individuos en un bar de copas de Madrid. Era el año 2011. Seguidamente se desplazaron hasta otra zona de la capital donde introdujeron a la mujer dentro de un inmueble a la fuerza. Allí la tiraron al suelo y la agredieron sexualmente "de forma repetida y simultánea" mientras la sujetaban por los brazos y las piernas.

La brutal agresión sexual se tradujo en una condena para el prófugo de 24 años, dictada en 2016. No ingresó en prisión porque se había esfumado y su paradero era desconocido. Ahora se sabe que permaneció durante ocho años oculto en una vivienda.

Tras meses de una investigación que dio comienzo el pasado año, la Policía pudo comprobar que el violador apenas salía a la calle. Y si abandonaba su refugio, lo hacía de forma fugaz, colocándose una mano delante de la cara para evitar ser reconocido.

Asimismo, contaba con una extensa red de vínculos familiares que facilitaban que permaneciese oculto en el edificio de 'El Ruedo', ya que cambiaba constantemente de domicilios dentro del mismo, aprovechando que la vivienda de su mujer y la de otros familiares eran colindantes.

"Sin duda ha sido una de las detenciones más difíciles. Ni su casa ni las cercanas estaban a su nombre, ni de ningún familiar, era casi imposible hacer vigilancias porque en esa zona en seguida se identifica cualquier presencia extraña", relata a El País el jefe del Grupo 2 de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional.