Los padres del niño, Tom Evans, de 21 años, y Kate James, de 20, originarios de Liverpool (Inglaterra), recibieron la negativa del tribunal británico, después de que los médicos del hospital Alders Hay de esa localidad afirmaran por "unanimidad" que el estado de Alfie, de 23 meses, es "irreversible".
La pareja, a la que ya le dio la espalda el Tribunal Supremo y la Corte Europea de Derechos Humanos, vio frustrada, una vez más, la esperanza de poder trasladar a su hijo al centro pediátrico Bambino Gesú de Roma (Italia), vinculado al Vaticano, donde se continuarían sus cuidados. Según informó hoy el representante legal de la familia, Tom y Kate estarían barajando volver a intentar llevar el caso ante el Tribunal Supremo.
Por el momento, todas las instancias judiciales a las que han acudido han considerado que los doctores tienen razón al querer detener el tratamiento del bebé contra la voluntad de sus progenitores, lo que ha provocado numerosas muestras de apoyo a los padres, incluidas manifestaciones en las puertas del hospital donde Alfie se encuentra ingresado.
El papa Franciso pidió este domingo oraciones por Alfie y rogó que se respete "su dignidad" y que sea tratado de manera "adecuada a sus condiciones". "Os pido rezar por personas como Vincent Lambert -de 41 años y desde hace diez en estado vegetativo-, en Francia, o el pequeño Alfie Evans, en Inglaterra, y otras que en varios países viven desde hace mucho tiempo situaciones de grave enfermedad y asistidas en sus necesidades primarias", dijo en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
Desde diciembre de 2016, el niño sobrevive conectado a un soporte de ventilación artificial, afectado de una enfermedad neurológica que los médicos no han sido capaces de identificar y para la que no parece haber cura. Los padres de Alfie sostienen que si el niño va a Italia "y se muere, al menos habrá muerto como un héroe, intentando sobrevivir", mientras que el pasado miércoles, la justicia británica detalló un plan médico para poner fin a su vida.
Otro gasto más
La denuncia de los trabajadores sobre las cenas de Navidad: tan solo un 15% las pagan las empresas
Las cenas de empresa ya no son lo que eran. Los trabajadores se quejan de que estos eventos tienen precio de oro y que ya no los paga la empresa, sino que el dinero sale de su propio bolsillo.