El pequeño Jak tiene en la cabeza un bulto del tamaño de una pelota de tenis. La herida provocada por un compañero de colegio fue aumentando y empeorando hasta que su madre decidió llevarlo al hospital debido infectara. A pesar de que el pequeño recibió el alta para poder celebrar su cumpleaños al día siguiente, volvió al centro médico ya que los dolores continuaban "eran tan malos que no podía hacer frente al ruido", asegura su madre en 'Mirror'.
Finalmente, los médicos decidieron operar al pequeño haciéndole un drenaje en la cabeza para evitar que la infección aumentara. A pesar de la intervención los dolores de cabeza continuaran en el pequeño durante un tiempo.
"Mi corazón está roto, me siento en la cama y veo el estado de mi precioso niño", confiesa la madre. La mujer ha denunciado al centro ya que asegura que su hijo había sufrido anteriormente otro ataque del mismo alumno y el centro no "ha hecho nada". A pesar de lo sucedido la madre también recuerda que el agresor de su hijo también tiene menos de 10 años por lo que "no estaba molesta", asegura que la culpa es del centro y por ello ha iniciado una campaña para trabajar en las escuelas y las familias la erradicación del acoso escolar.